Momento histórico para las Américas

Por: Jorge Uribe Piedrahita

Comunicador Social /Organizacional

Periodista

Especialista en Mercadeo Gerencial

Docente Universitario

Líder Coach

Instalación de la VII Cumbre de las Américas Panamá 2015

Después de más de medio siglo de guerra fría, Estados Unidos y Cuba estrechan las manos para dar paso a una nueva era en las relaciones entre ambos países. El hecho más importantes en la VII Cumbre de las Américas que se realiza en Panamá este fin de semana, es el saludo entre Barack Obama y Raúl Castro, un acontecimiento que esperaba el continente durante varias décadas. "El hecho que Raúl Castro y yo estemos aquí sentados es un momento histórico", lo indicó el mismo Obama durante su intervención, un pronunciamiento cargado de directas e indirectas hacia varios mandatarios de la región. 

Histórico encuentro entre Barack Obama, presidente de Estados Unidos y Raúl Castro, presidente de Cuba

Por su parte, el discurso de Raúl Castro estuvo anclado en la historia, hizo un paneo por todos los hitos que han marcado las relaciones bilaterales entre EE.UU. y la Isla; hizo reclamos e indicó que ya era hora que después de seis versiones, fuese invitado a este evento continental; finalmente, terminó elogiando a Obama, para él es un hombre honesto y flexible por sus orígenes humildes. Fue una interacción informal que convierte esta Cumbre en la más importante e inolvidable en la historia: 59 años sin estrecharse las manos, un presidente estadounidense y uno cubano se saludan, un mensaje esperanzador en medio de las negociaciones que adelantan ambas naciones para normalizar las relaciones.

Aparte de un par de breves encuentros informales, Washington y La Habana no han tenido ninguna reunión relevante desde que Fidel Alejandro Castro Ruz derrocó al dictador Fulgencio Batista en la revolución de 1959 y dirigió a la Isla a una estrecha alianza con la Unión Soviética.“En el proceso de normalización de los vínculos con Cuba vamos a tener diferencias como con otros países de las Américas”, aseguró el mandatario estadounidense, quien pidió que los propios cubanos decidan cuál es el mejor camino hacia su prosperidad.

Con el acercamiento, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, vaticinó una mejor integración continental en el futuro. Santos fue anfitrión de la Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en Cartagena en 2012, en la que Latinoamérica reclamó al unísono a Obama la presencia de Cuba en el foro en la cita de Panamá. “El presidente Obama tomó una decisión audaz, una decisión valiente que mejora sustancialmente las relaciones con el resto de las Américas porque el problema con Cuba era una especie de ampolla que existía en nuestra relaciones y esa ampolla deja de dolernos”, dijo Santos en un foro empresarial.

El proceso de paz de Colombia

Juan Manuel Santos Calderón, presidente de Colombia

Varios gobernantes del continente aplaudieron el proceso de negociación que se adelanta en La Habana, entre el Gobierno colombiano y las FARC; Cuba, México, Argentina, Ecuador, Venezuela... hasta la ONU, concordaron en que la firma de un acuerdo de paz entre ambas partes, dará fin al conflicto más antiguo de América y marcará el inicio de la prosperidad en la región.  

Y fue precisamente, Juan Manuel Santos Calderón, presidente de Colombia; quien inauguró la cadena de discursos presidenciales, este derecho se lo ganó por ser el anfitrión de la anterior Cumbre de las Américas. En su intervención habló de paz y declaró que si las FARC se acogen a la justicia transicional, es posible que este año se firme un acuerdo que dará fin al conflicto. Juan Manuel también exaltó la presencia de Cuba. 

Dilma Rousseff, presidente de Brasil; agradeció al Papa Francisco por ser el artífice en el acercamiento entre EE.UU. y Cuba; por su parte, Rafael Correa, mandatario de Ecuador; usó sus ocho minutos de intervención para atacar a la prensa: "La prensa latinoamericana es mala, muy mala", indicó; a lo que Obama le respondió que cuando un país es democrático apoya la libertad de prensa, le recordó, con nombre propio al gobernante ecuatoriano, que de él hablan en los medios estadounidenses, pero jamás cerraría alguno por muchas diferencias que tengan. Obama, en un discurso cargado de carácter, también le exigió a los presidentes del continente que dejen de utilizar el nombre de los Estados Unidos para solucionar problemas internos. También les recordó que si bien, EE.UU. jamás volverá a imponer sus políticas en América Latina, si se pronunciará cuando note que se están violando los derechos humanos. A Maduro, también le lanzó varios directazos, le dijo en voz firme y contundente que un mandatario democrático no encarcela a la oposición.

¿Y los presidentes graciosos?

Enrique Peña Nieto, presidente de los Estados Unidos Mexicanos

So pena de desarrollarse los temas más importantes en la historia de la Cumbre; no faltan los mandatarios graciosos como Evo Morales que sale cada tres años a decir cualquier burrada, en esta oportunidad indicó que no se reunirá con Estados Unidos ni tiene ganas de hacerlo, quizás Morales vio ansioso a Obama, quien debe estar altamente preocupado por el desgano que tiene su homologo boliviano por tener un encuentro con él. También me parece gracioso que Correa hable de una prensa mala, muy mala, solo por no inclinarse ante sus pies y aplaudirle en cada gesto ejecutivo que implementa en Ecuador. Pero quizás, el mayor derrotado y figurín de la jornada, será el infaltable, Nicolás Maduro Moros, el simio venezolano, quien buscaba un pronunciamiento único en contra del decreto ejecutivo de Barack Obama, se regresa a su país aislado, sin poder empañar el regreso amoroso entre Castro y Obama. Pesa más ese acercamiento esperado durante más de 50 años que las pataletas de Maduro. Dilma, tímidamente, declaró que un país democrático no puede encarcelar a la oposición, para ella es un verdadero gesto trabajar en conjunto, recibir con dignidad las críticas y gobernar. Sin pensar, Nicolás terminó siendo el menos significativo en este evento, al que a su llegada fue recibido con cacerolazos por algunos venezolanos residentes en Ciudad de Panamá.

En conclusión, es una cumbre histórica cuya base temática es el acercamiento entre Washignton y La Habana; y la negociación de paz entre Colombia y las FARC.