viernes, 10 de abril de 2015

Lo de Gaitán, también fue una crónica de una muerte anunciada

Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Docente Universitario
Líder Coach
Jorge Eliécer Gaitán Ayala

"Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal", esta frase hace parte del discurso del caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán Ayala; y al parecer esa oligarquía temerosa fue capaz de levantar su arma contra la vida de uno de los políticos más importantes que engendró la tierra colombiana.

El legado político e histórico de Gaitán se enmarca en las palabras que lanzaba con carácter en plaza pública, como un real maestro de la oratoria, hacia que de su boca fluyesen frases inmortales, de esas que marcan a un país, que son premonitorias, sin fecha de caducidad. 

El hombre que decía ser todo un pueblo, fue capaz de enamorar con su discurso a militantes de todas las fuerzas políticas de la época. Recuerdo a mi abuelo, cuando en sus noches de bohemia, en aquellas cátedras familiares, decía con ímpetu: "Gaitán era capaz de enamorar a cualquiera, hasta a mi pobre madre, Dolores Arango, una ultraconservadora, que se pegaba a la radio y nos decía a todos: "Cáyense que está hablando muy bonito un señor"; ella, también lloró su muerte". 

"Yo no creo en el destino mesiánico o providencial de los hombres. No creo que por grandes que sean las cualidades individuales, haya nadie capaz de lograr que sus pasiones, sus pensamientos o sus determinaciones sean la pasión, la determinación y el pensamiento del alma colectiva". 

A la una y cinco de la tarde del 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer, el político liberal más opcionado para ascender a la Presidencia en las electorales de 1950; recibió tres impactos de bala que causaron su muerte. La Avenida Jiménez con carrera séptima, guarda en su interior los hechos que acontecieron ese día, en la capital del país y que hoy los académicos llaman como "El Bogotazo". 

Gaitán salía de su oficina para cumplirle una cita a un joven estudiante de Derecho de origen cubano, cuyo nombre es muy conocido en el ámbito mundial: Fidel Alejandro Castro Ruz; a él, el caudillo liberal le daría una entrevista en el marco del Congreso de las Juventudes Latinoamericanas. La cita nunca se cumplió, pues alrededor de las tres de la tarde, moría Jorge Eliécer en la Clínica Central, producto de dos disparos en la cabeza y uno en el pecho. De acuerdo a diferentes versiones de los hechos, el asesinato más grande en la historia de Colombia, fue producido por Juan Roa Sierra, quien se llevaría el secreto a su tumba, pues una turba enardecida por la muerte de su líder acabó inmediatamente con su vida. Desde entonces se teje las aseveraciones sobre la culpabilidad de la CIA, el Gobierno, los conservadores, los comunistas... hasta los Estados Unidos de Norteamérica. 

Los bogotanos de la época no solo acabaron con Roa, también incendiaron la ciudad, pues veían en Gaitán su esperanza política y el hombre capaz de darle un mejor futuro a Colombia. Con ello, la capital del Estado fue una olla de fuego, la más inacabable de los siglos, la destrucción fue protagonista durante esa tarde de dolor y duelo. Calle a calle y avenida a avenida, se desató una batalla campal entre liberales y conservadores, el Gobierno contra quienes se alzaron en armas, los saqueadores contra quienes intentaban restaurar el orden civil. Y sin duda, Abril del 48, trajo consigo un saldo de 3 mil personas muertas o desaparecidas y más de 146 edificaciones destruidas. Además, las revueltas de Bogotá tuvieron eco en el resto del país, y se originó la época de "La Violencia". Y ya el resto es historia, Colombia lleva 66 años de ataques, hecatombe y muerte. 

"Porque el gobierno colombiano tiene la metralla homicida para el pueblo y la rodilla puesta en tierra ante el oro americano".

Pero a ciencia cierta ¿Quién era Jorge Eliécer Gaitán Ayala?

Nació el 23 de enero de 1903 en Bogotá, originario de una familia humilde, logró estudiar con dificultades, no por su intelecto, sino porque en aquella época la educación era un lujo, no un derecho. Abogado, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y Doctor en Jurisprudencia de la Real Universidad de Roma, Italia. Desde sus primeros años, se hizo famoso en la cuna del Partido Liberal como un hombre con ideologías izquierdistas y un ultradefensor de los trabajadores tras la Masacre de las Bananeras.

En 1933, creó la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria, una rama alejada del pensamiento liberal. También fue Alcalde de Bogotá en 1936. Recuerdo que mi abuelo decía que entre sus políticas estuvo subirle los impuestos a los ricos para darle una mesada a los pobres y sacar de la indigencia a muchos pobladores. Ministro de Educación en 1940, Ministro del Trabajo en 1944, Congresista durante varios periodos desde 1929 a 1948; Jefe del Partido Liberal de 1946 hasta su fallecimiento y Candidato Presidencial en las elecciones de 1946, que dieron por ganador al conservador Mariano Ospina, tras una división al interior del Partido Liberal, entre Gabriel Turbay y el mismo Gaitán. El hijo de la profesora Manuela Ayala y el librero Eliécer Gaitán Otálora, es recordado por su impecable oratoria y sus discursos sobre la lucha entre liberales y conservadores. Para Gaitán, éste conflicto estaba creado para que los pobres de uno y otro bando siguieran en guerra mientras las clases más acomodadas continuaban con los beneficios económicos concedidos por el Gobierno.

"Si algo me faltara, ahí está lo primero, la sombra de quien fue mi todo, la dulce maestra de escuela, hoy peregrina de la eternidad, que con su ejemplo supo enseñarme que en el camino del bien, lo imposible no es sino lo difícil mirado por ojos donde no ha nacido la fe y ha muerto la esperanza", dijo Gaitán sobre su madre, cuando ella falleció el 23 de febrero de 1937.

A inicios de 1948 al saberse la noticia de la masacre de varios liberales en algunos pueblos del país a manos de conservadores, Gaitán organizó marchas entre las que se conocen como la "marcha de las antorchas" y sobre todo la "Marcha del Silencio", en la que se elevó una plegaria al Presidente Ospina para que ayudara a cesar la violencia.

El 1 de abril de 1948, recibió el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre. El 8 de abril de 1948 presentó su último caso legal: La absolución del teniente conservador Jesús Cortés; un militar acusado de la muerte del Periodista Eudoro Galarza Ossa, quien es considerado el primer mártir del periodismo colombiano.

La figura de Gaitán se mantiene vigente en Colombia. Esto se puede ver en los monumentos que están en varias poblaciones, considerándose que después de Simón Bolívar, Gaitán es la persona con más monumentos en el país. El municipio Puerto Gaitán, fue llamado así en su honor, al igual que el teatro en Bogotá; incluso el billete de mil pesos tiene imágenes y frases de Gaitán. Hoy es el claro ejemplo de aquella frase "Los hombres mueren, pero las ideas jamás".


"Si avanzo, seguidme. Si me detengo, empujadme. Si os traiciono, matadme. Si muero, vengadme".

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