viernes, 17 de abril de 2015

17 de abril: El día en que Gabriel García Márquez se volvió eterno

Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Docente Universitario
Líder Coach



En sus 87 años de vida, el hijo mayor de Colombia y Aracataca, forjó un gran maestro del realismo mágico y se convirtió en una leyenda que trascenderá las actuales y futuras generaciones de humanos, quienes, como en mi caso, el primer escrito que leyeron en su vida fue uno realizado por Gabo, el inmortal... el grande...

Fue precisamente a mis 11 años de edad que tomé por primera vez un libro, en ese entonces, tenía que hacer un informe sobre algún texto literario para el curso de Español. Acudí a una tía paterna, quien me obsequió un librito que en su portada tenía a un hombre tendido en el piso y cubierto con una sábana, y en su contenido narraba la historia de Santiago Nasar, Ángela y Pedro Vicario, y Bayardo San Román. Y fue así como "Crónica de una muerte anunciada", se convertiría en mi primera experiencia en el bello mundo de la lectura, patrocinado por nada más y nada menos que el Nobel de Literatura de 1982, Gabriel García Márquez. De él aprendí que la imaginación, la lectura y la literatura, no tienen límites, y que cuando un hombre le teme a perderse de la realidad, está condenado a la muerte.

Tuvo una vida colmada de anécdotas personales que lo llevaron al mágico mundo de sus novelas. Falleció hace un año, pero aún se siente que aunque está ausente, dejó en el mundo su corazón y un legado inmortal, de aquellos propios de los grandes, de los inolvidables, de los mismos que entre más pasa el tiempo, más vivos permanecen en la academia, en las mentes brillantes, en el recuerdo de los hombres...

El colombiano más importante que ha mecido las aguas del Caribe, fue del mundo y un amigo de la humanidad. A través de sus escritos se percibe esa capacidad anchurosa de fraternizar con los hombres, de ser un famoso humilde, un ser capaz de fusionar, a la perfección, la literatura con el arte de compartir con el congénere. Le apasionaba la música, precisamente él mismo definió a su obra maestra "Cien años de soledad", como un vallenato de 400 páginas y a "El amor en los tiempos del cólera", un bolero de 380.

De Colombia para el mundo, aunque fue el hijo adoptivo de México

¿Qué tiene México que encanta a los humanos? Simplemente diré que la tierra azteca posee un atractivo soportado en el arte y los bellos paisajes de su territorio. Fue precisamente en este país, en el que Gabo decidió vivir y morir, donde le rindieron homenajes a su obra y su talento; el último fue el 21 de marzo de 2014, cuando fue despedido en el Palacio de Bellas Artes, en ese momento y cuatro días después de que dejara de respirar en su casa de la capital mexicana, hubo vallenato, al igual que centenares de rosas amarillas, su favoritas, y miles de mariposas amarillas, aquellas que perseguían a Mauricio Babilonia en "Cien años de soledad", una obra tan poderosa y mágica como "Don Quijote de la Mancha", escrito por otro de los grandes: Miguel de Cervantes Saavedra.

Desde su muerte a hoy, el mundo ha decidido intensificar la lectura de su obra y enterarse del día en que Aureliano Buendía fue a conocer el hielo, del amor eterno de Florentino Ariza por Fermina Daza o de la paciencia sin límites del Coronel por recibir su pensión. Curiosamente, García Márquez murió un Jueves Santo, como uno de los personajes de "Cien años de Soledad": Úrsula Iguarán. 

Gracias Gabo por ser el colombiano eterno, el hombre de las líneas perfectas, de la imaginación aguda... ese que fue capaz de dibujar la realidad mágica de los colombianos a través de las palabras.

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