Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Docente Universitario
Líder Coach
FECODE es la Federación Colombiana de Educadores |
"Señora Ministra: ¡No le tememos a la evaluación, ganamos el cargo aprobando un examen! ¿Usted cómo llegó? Nuestro puesto lo ganamos con intelecto ¡El suyo fue a dedo presidencial! ¡Respete al Magisterio! ¡Aquí le apostamos a la educación de calidad!", decía uno de los carteles que han utilizados los maestros de la Patria para reclamar sus derechos y exigir el cumplimiento de las promesas hechas por el Gobierno de Santos desde 2014; un Gobierno que se dedicó a prometerles a todos los sectores, pero al parecer, los superministros anotan todo en un libro invisible guardado en el mismo baúl en el que Santos deposita todo los logros presidenciales.
Como en toda manifestación por la búsqueda del respeto de los derechos de un selecto grupo, existen desinformación o desconocimiento, una sembrada por los medios de comunicación polarizados, que al parecer son dirigidos desde la Casa de Nariño y quieren hacer ver que lo de los profesores es un descontento por una tal evaluación para el ascenso que solo pueden aprobar el 20 por ciento de los docentes, porque está condicionada por el presupuesto, sin tener en cuenta los títulos de posgrados o maestrías. Aunque bueno, también es importante reconocer que hoy venden títulos de posgrados como empanadas en la calle y ya cualquiera hace seis semestres de Finanzas en la San Marino y sale a la calle a competir con profesionales buenos que "sudaron" su carrera, pero que el sistema y la famosa "palanca" no les permite evolucionar.
¿Qué está pasando con los maestros?
Es normal que la opinión pública se confunda, cuando ve salir a la "superministra" con luces por todas partes, porque si de algo sabe Gina María, es sobre la importancia de la publicidad en los cargos públicos, sobre todo cuando se acercan las electorales de 2018, y por supuesto, las de 2015. Parody d'Echeona se toma foto con cuanto negrito, blanquito, monito, bajito, altico, gordito, flaquito, montañerito, citadinito... se encuentra en la calle o colegios, cada vez que va a firmar, inaugurar, promover, instalar o hacer, llama a la prensa y espera a que el flash inunde su rostro politiquero y la saquen en prensa. Ella, sí, la misma que desde el Senado provocaba cuanta escena de romance, disputa, algarabía o bulla para sobreactuar y generar los llamados "golpes de opinión", a salido a plaza pública, con cinismo, ignorancia y un puñado de mentiras a hablar de los maestros. Pero bueno, tratemos el por qué del paro, qué pide FECODE (Federación Colombiana de Educadores); y qué exigen ellos para que los niños regresen a clases.
En primera instancia, quiero enviar un "regaño" a los medios de comunicación de Colombia: Cómo es posible que centren el problema en que los padres no tienen con quien dejar a sus hijos para ir a trabajar, como si la esencia de la Educación fuese servir de guardería y quitarle esta responsabilidad a los padres. La Educación debe ir más allá de cuidar niños ajenos. En vez de gastar dinero y planeación logística para hacer ese tipo de reportajes tan mediocres, en los que martirizan a los padres y prostituyen a la Educación, hagan un verdadero periodismo investigativo y visiten los colegios del país, especialmente los que se encuentran en zonas rurales, para que conozcan la verdadera situación que atormentan a la Educación en Colombia y el rol de los profesores en la formación de los niños.
En segundo lugar, enviaré un "regaño" al Gobierno y al Ministerio de Educación Nacional, cómo es
posible que Gina María salga en medios de comunicación diciendo que no le pagará salario a los profesores manifestantes, cuando, constitucionalmente, existe el derecho a manifestarse pacíficamente. Cómo es posible que Parody quiera escudarse en los niños y adolescentes y afirma que los profesores no tienen derecho a salir a paro y exigir el reconocimiento de sus derechos. Es verdad, Gina María, los perjudicados son los estudiantes, pero si alguien tiene culpa en este proceso es usted y su jefe, pues si bien recuerda hace un año, ustedes llegaron a un acuerdo con FECODE, pero esos acuerdos quedaron en el baúl del olvido. También, respetada Ministra, 53 días antes de entrar a paro, la Federación le hizo llegar a su despacho, un pliego de peticiones que su merced, desde la silla en la que planea sus golpes publicitarios, ignoró totalmente. Por eso, Gina María, al agotar todos los recursos que la diplomacia tiene implícitos en su ser, los maestros, los mismos que educan al futuro de la humanidad, los mismos que no tienen responsabilidades de "nana de guardería", sino de forjadores de seres humanos íntegros; se vieron obligados a utilizar el mísero salario que el Gobierno les ofrece para comprar pancartas, marcadores y cartulinas, y salir por las calles a ejercer uno de sus derechos: Manifestarse pacíficamente; y eso, es simplemente para pedirle a usted, cachaquita, salud y un trato digno.
No se si preocuparme más por la forma cínica en la que sale la Ministra a decir que está afectada por los niños y que la atormenta que los del paro les estén violando el derecho a la Educación, sin embargo, a Gina María se le olvidan los más de 5 mil niños wayúu muertos por desnutrición, sin sumarle los cientos más del Chocó a quienes el Gobierno les olvidó y les está violando derechos fundamentales tan importantes como la alimentación, la vida y la Educación.
Gina María, terca por naturaleza, pero más que por naturaleza, terca para que la Publicidad la cobije, dice que no negocia con los docentes en paro, menospreciando a este gremio tan significativo y "bravo", que no le teme a nada. Es más, a ella como que no le tocó el Gobierno de Pastrana, cuando estuvieron en paro casi medio año. Ella, si ella, la protagonista de nuestra tele, se le olvidó que el Gobierno si negoció en paro con los cafeteros, con los paperos, con los transportadores, con la rama judicial y hasta con las FARC, que es peor aún, en un proceso de paz en el que ese grupo de narcoterroristas han aumentado sus ingresos exponencialmente por concepto de narcotráfico, siguen reclutando a menores, inundando de minas el territorio nacional y masacrando a los héroes de la Patria.
Hablemos de los salarios
Según un estudio de la Fundación Compartir, los docentes oficiales ganan 28 por ciento menos que
el resto de profesionales. El mismo Juan Manuel y Gina María, lo han reconocido en varias oportunidades, sin embargo, no hacen nada para solucionar la problemática. Más del 80 por ciento de los profesores, muchos de ellos con especializaciones y maestrías, devengan un promedio de 1.678.981 pesos que con deducciones legales para pensión y salud, quedaría en 1.400.000, frente a los 2.678.638 pesos de otros profesionales que laboran con el Estado, lo que profundiza la inequidad, la injusticia y la desigualdad, sobre todo cuando hablamos de la DOCENCIA, un ejercicio puro y bello que tiene bajo su mano, la más difícil de las responsabilidades: Formar al futuro de la sociedad.
Gina María salió en medios a decir, ¡ah! porque ella todo lo hace a través de los medios, para ella es un error y casi un martirio, tener que sentarse con los representantes de FECODE para negociar este importante proceso; ella prefiere convocar a ruedas de prensa, pedir maquillaje y explorar su cerebro con las luces y el flash; ella dijo que les ofrecía un aumento del 10 por ciento como ajuste salarial, sin embargo, no es inmediato, sino que se tomaran este resto de Gobierno y dejarán que se convierta en una consigna electoral para las presidenciales de 2018, porque un aumento de 2,5 por ciento anual por cuatro años, va a llevar a que esa promesa quede en el baúl, en el que Santos guarda todo lo que no le interesa ni hará en su segundo mandato.
Los que están a favor del Gobierno, dicen que un docente apenas trabaja seis horas, menos que todos los trabajadores estatales, pero permítanme decirles, que es completamente falso. El profesor hace seis horas de clase diarias en las aulas con los estudiantes, sí, es verdad... pero debe buscar un espacio y un tiempo para capacitarse, investigar y preparar sus clases, realizar la planeación semanal y mensual, redactar los logros de cada periodo académico, corregir trabajos y evaluaciones, sacar notas, subirlas al sistema, diseñar los exámenes de recuperación, participar de los proyectos transversales de ley y realizar las acciones para ejecutarlos, asistir a reuniones de comités, responder a inquietudes de padres y recibirlos, darle tutorías a los estudiantes, entregar los boletines de calificaciones, planear los actos cívicos, llevarlos a cabo, entre otras tareas... por ende, los profesores trabajan las ocho horas diarias que cualquier empleado lo hace en el país. Que existen docentes mediocres, sí, en cualquier campo de acción hay profesionales inútiles que se la ganan de "ojo".
El Gobierno aceptó la propuesta del 10 por cientos y empezaron con el diseño de la implementación, pero los educadores la rechazaron, porque estaba ligada a la aprobación de la reforma constitucional que designa el presupuesto de Educación. Entonces, Gina María, decidió retirar tan "benéfica" propuesta y retó a los docentes del país. Y ella que de pelea de gallos, no sabe nada.
¿Los docentes quieren o no ser evaluados por competencias?
Gina María sigue mintiéndole al país a través del set, dice que los profesores no quieren evaluación, eso es falso, sobre todo cuando desde mucho antes de ingresar a laborar con el Estado, deben hacerlo a través de concurso de méritos, pero esto no lo sabe Parody, porque ella asciende a sus cargos por obra y gracia del espíritu Santos. Los docentes para empezar a trabajar en su labor concursan, compiten y son evaluados entre miles de profesionales de diferentes áreas, solo los mejores y algunos infiltrados, ingresan, por eso es que están a favor de la evaluación.
"Los maestros no piden la eliminación de la evaluación, exigen una que no tenga fines fiscales, sino que sea diagnóstica y verdaderamente, mejore la calidad. Lo que pasa es que los medios nos muestran las cosas como al Gobierno le conviene", explicó Laura Catalina Monsalve Pérez, docente en paro.
Al año de inicio de labores, se implementa la evaluación de periodo de prueba, y si se gana, se realiza el respectivo nombramiento. A partir de este momento, los educadores son evaluados en las instituciones educativas por los rectores y coordinadores, evidenciando la necesidad de planeación, proyectos, trabajos de aula, entre otros; esa evaluación se denomina EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO, y los docentes la apoyan como una herramienta pedagógica de mejoramiento. Sin embargo, lo inaceptable por parte de los profesores es la EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS para poder ascender profesionalmente, en primer lugar, son los únicos empleados del Estado que son evaluados con una prueba escrita, muy ambigua, en la que todas las respuestas pueden ser válidas.
Hasta este punto, puede verse normal, porque hasta en las mejores familias, en las más exquisitas empresas, evalúan. Sin embargo, para los profesores es más complejo, porque la famosa evaluación solo permite que el 20 por ciento de los educadores que la presentan, la ganen, ¿Obra de quién? ¡No se sabe! Pero quizás sea gracias a la fórmula matemática llamada campana de Gauss. La prueba se supera con 80 puntos y, casualmente, muy casualmente, varios docentes quedan con 79 puntos, algunos con 79,999. Por esta razón, la Federación pidió que se elimine este requisito como una de las condiciones de ascenso en el escalafón, pues la evaluación está atada al presupuesto anual del Ministerio y, por tanto, los cupos son muy limitados.
¿Qué ocurre con la Salud de los profesores?
Según el Gobierno, los docentes tienen un régimen excepcional de salud, con condiciones óptimas y privilegiadas, pero que en la práctica es tan malo como el Presidente Santos, porque al único colombiano que atendieron en menos de dos días y lo operaron de cáncer de próstata el mismo día en el que se lo diagnosticaron, fue a Juan Manuel, es más, fue un récord guinness para la Salud en este país, el tiempo y la agilidad con que fue atendido Santos. Pero, los verdaderos padres de la Patria, los maestros, han muerto esperando a que se les asigne una cita con especialistas, la misma que puede durar seis meses en ser programada, también fallecen esperando a que les autoricen un medicamento o que se les practique cualquier procedimiento quirúrgico.
Gina María reconoce que la prestación del servicio de Salud es deficiente, porque hay corrupción, pero tampoco ha hecho nada para corregir ese problema en lo que lleva de Ministra.
¿Que más piden los maestros?
Que la Educación Pública Preescolar sea de tres grados y no de uno, para que los niños tengan una mejor preparación académica inicial. La única ciudad de Colombia que cuenta con tres grados de preescolar es Bogotá. Con el proyecto de Gustavo Petro y su Bogotá Humana de primera infancia, se han creado cientos de empleos para docentes, directivos docentes, vigilantes, aseadores, cocineras, entre otros. La Educación Preescolar no está incluida en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno Nacional.
En fin, hay aciertos y desaciertos en este paro de profesores, mientras no le demos seriedad a la Educación, en Colombia habrán fuertes brechas, incorregibles, y el futuro de la sociedad, estará mal educado. También envío un "regaño" a los docentes, porque los estudiantes se están graduando de bachillerato muy mal preparados, llegan a las universidades con grandes vacíos, unos no saben escribir, otros se destacan por su pésima ortografía y la formación matemática y lógica, ha muerto.
Quiero terminar este artículo con una fragmento de uno, escrito por nuestro honorable presidente de la República de Colombia.
“Mientras el país se mantenga indiferente frente a la suerte de quienes tienen la inmensa responsabilidad de educar a nuestros niños, nunca saldremos adelante. La gran mayoría de los maestros en Colombia tiene que acudir al rebusque para complementar sus ingresos. Sería bueno que los medios se concentraran en investigar y denunciar la verdadera y muy lamentable situación de la gran mayoría de los maestros. Para no ir más lejos, con 26 años de trabajo para llegar al tope del escalafón (grado 14) y después de sacar todos los títulos que se necesitan, un maestro acaba ganando menos que una secretaria recién ingresada a Ecopetrol. Eso no sólo es injusto sino torpe, y demuestra cómo tenemos de equivocadas las prioridades en este país”, escribió Juan Manuel Santos Calderón, presidente de Colombia; el viernes 3 de marzo del 2000 en las páginas editoriales de El Tiempo.
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