lunes, 24 de febrero de 2014

¿Habrá algo de inteligencia en el cuerpo de Maduro?

Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Docente Universitario
Líder Coach

"Hay una mitad mayoritaria, y hay una mitad que es minoría", Nicolás Maduro Moros.

Cuando creí que ya lo había visto todo con Chávez, cuando sentí que ya nadie podría superar al borracho de Ortega, cuando estaba seguro que no había una bestia más grande que Evo Morales, cuando intuí que ya jamás el mundo daría a luz un presidente tan bruto como los anteriores, llegó Maduro a la Presidencia de Venezuela y asesinó mis ilusiones.

Bien nos han dicho bobos desde la Patria Boba y jamás pudimos quitarnos de encima ese apelativo, porque nos propusimos, vilmente, a elegir mandatarios que a cada discurso nos provoca gritarles el famoso: ¿Por qué no te callas? Se les nota de lejos que pasaron corriendo por los colegios, que jamás han cogido un libro para devorarlo y prefieren gaguear en sus pronunciamientos, o contratar a un "teso" para que les escriba sus relatos, o algunos más osados, salir a la plaza pública a quedar como mulas. Por cierto, ofrezco disculpas a los burros y a las mulas por siempre comparárseles con semejantes bestias. En las últimas semanas, el dictadorsito de Venezuela le ganó el liderazgo de la bobada a Evo, quien desde siempre había sido el rey de dicho título al salir sin ningún esfuerzo intelectual, a justificar las causas de la homosexualidad, a atacar el consumo del pollo o a plantear su bella tesis sobre la lucha de los pueblos indígenas americanos contra el "Imperio Romano" ¡Qué en paz descanse su cerebro!

Debo confesarles que me causaba cierto tedio escribir sobre las andanzas de Maduro, con Chávez todo era diferente, era más apasionante, más cómico, generaba un poquito más de esfuerzo profesional para descifrar sus discurso, pero en el caso de Nicolás, escribo ya por mera diversión, porque entre pájaros que hablan, penes que se multiplican, una mitad mayor y otra mitad menor, millones y millonas, que en Colombia una botella de agua cuesta 150 mil pesos, o en el inverosímil caso de vos no SOS Venezuela, vos SOS gringo... solo queda tener paciencia y reír con gracia. 

Y es que en su escasa capacidad intelectual ¡Qué digo escasa! En su nula capacidad intelectual, Maduro se le olvidó gobernar y creyó que ser presidente es sentarse frente a un conjunto de personas, más bien, con apariencia de focas, porque solo aplauden; a lanzar insultos contra la oposición, a gritarle a Uribe que es un paraco que causa desorden en Venezuela o a vociferar que el imperio yanqui quiere dar un golpe de Estado en contra de su hermosa e inteligente revolución bolivariana.

Solo queda enviarle a ese bello pueblo venezolano un sentido pésame por la figura tan singular que les tocó como presidente, y también motivarlos a que tengan paciencia, porque los insultos con un tufillo nacionalista barato, las agresiones maquilladas de socialismo, las amenazas con grupos paramilitares y militares, y las masacres por parte de un inútil útil jamás cesarán, o quizás puedan desembocar en un golpe instaurado por el mismo Diosdado Cabello, quien sabe mover muy bien las fichas. 

Con respecto a Colombia, prepárense medios de comunicación, porque a penas comienza el uso y abuso de nuestra imagen como cortinilla de humo para ocultar los síndromes especiales que tiene el proyecto chavista desde sus inicios. Por ahora, le pedimos al gago de Santos que no vuelva a llamar al vecino "Mi nuevo mejor amigo". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario