"Hay una mitad mayoritaria, y hay una mitad que es minoría", Nicolás Maduro Moros.
Cuando creí que ya lo había visto todo con Chávez, cuando sentí que ya nadie podría superar al borracho de Ortega, cuando estaba seguro que no había una bestia más grande que Evo Morales, cuando intuí que ya jamás el mundo daría a luz un presidente tan bruto como los anteriores, llegó Maduro a la Presidencia de Venezuela y asesinó mis ilusiones.
Bien nos han dicho bobos desde la Patria Boba y jamás pudimos quitarnos de encima ese apelativo, porque nos propusimos, vilmente, a elegir mandatarios que a cada discurso nos provoca gritarles el famoso: ¿Por qué no te callas? Se les nota de lejos que pasaron corriendo por los colegios, que jamás han cogido un libro para devorarlo y prefieren gaguear en sus pronunciamientos, o contratar a un "teso" para que les escriba sus relatos, o algunos más osados, salir a la plaza pública a quedar como mulas. Por cierto, ofrezco disculpas a los burros y a las mulas por siempre comparárseles con semejantes bestias. En las últimas semanas, el dictadorsito de Venezuela le ganó el liderazgo de la bobada a Evo, quien desde siempre había sido el rey de dicho título al salir sin ningún esfuerzo intelectual, a justificar las causas de la homosexualidad, a atacar el consumo del pollo o a plantear su bella tesis sobre la lucha de los pueblos indígenas americanos contra el "Imperio Romano" ¡Qué en paz descanse su cerebro!
Debo confesarles que me causaba cierto tedio escribir sobre las andanzas de Maduro, con Chávez todo era diferente, era más apasionante, más cómico, generaba un poquito más de esfuerzo profesional para descifrar sus discurso, pero en el caso de Nicolás, escribo ya por mera diversión, porque entre pájaros que hablan, penes que se multiplican, una mitad mayor y otra mitad menor, millones y millonas, que en Colombia una botella de agua cuesta 150 mil pesos, o en el inverosímil caso de vos no SOS Venezuela, vos SOS gringo... solo queda tener paciencia y reír con gracia.
Y es que en su escasa capacidad intelectual ¡Qué digo escasa! En su nula capacidad intelectual, Maduro se le olvidó gobernar y creyó que ser presidente es sentarse frente a un conjunto de personas, más bien, con apariencia de focas, porque solo aplauden; a lanzar insultos contra la oposición, a gritarle a Uribe que es un paraco que causa desorden en Venezuela o a vociferar que el imperio yanqui quiere dar un golpe de Estado en contra de su hermosa e inteligente revolución bolivariana.
Solo queda enviarle a ese bello pueblo venezolano un sentido pésame por la figura tan singular que les tocó como presidente, y también motivarlos a que tengan paciencia, porque los insultos con un tufillo nacionalista barato, las agresiones maquilladas de socialismo, las amenazas con grupos paramilitares y militares, y las masacres por parte de un inútil útil jamás cesarán, o quizás puedan desembocar en un golpe instaurado por el mismo Diosdado Cabello, quien sabe mover muy bien las fichas.
Con respecto a Colombia, prepárense medios de comunicación, porque a penas comienza el uso y abuso de nuestra imagen como cortinilla de humo para ocultar los síndromes especiales que tiene el proyecto chavista desde sus inicios. Por ahora, le pedimos al gago de Santos que no vuelva a llamar al vecino "Mi nuevo mejor amigo".
"Se le va a salir la baba a los anclas de CNN cuando vean esto: Sos Venezuela, yo te diría fascista: Vos no sos Venezuela, vos sos gringo...", aunque ante la muerte de Chávez prometí nunca volver a escribir sobre él ni sus pupilos, no me pude resistir a la inquietud periodística y humana que produce Nicolás Maduro Moros. Y es que desde el punto de vista profesional, para cualquier humano dedicado al periodismo, es exquisito tener a un personaje como él, liderando a Venezuela. Como dicen por ahí, da mucha tela para cortar.
Sin embargo, mi inquietud va más allá del mismo personaje, quien desde su ascenso al trono, después de ser ungido por su dios humanado y casi mártir revolucionario, comenzó a dar muestras de sus escasas habilidades mentales: Entre pájaros que le hablan y le bendicen, entre multiplicación de penes, entre millones y millonas de revolucionarios y entre una mitad mayor y otra mitad menor; llega por fin a darnos a entender que él no comprende qué significa "SOS". Sin embargo, estoy seguro que no es el único mandatario regional que no sabe cuál es el significado de dicha señal, porque ante el silencio generalizado, ante la complicidad de los líderes regionales y hasta mundiales, uno se preguntaría si realmente han entendido el llamado que hace un pueblo cansado y con hambre.
¿En dónde está la ONU y el pronunciamiento que debería hacer frente a la masacre que se comete en contra de los manifestantes de la oposición en Venezuela o la violación a la libertad de prensa? ¿Qué ha dicho la OEA? Aunque se que la OEA no sirve para nada... ¿En dónde están los mandatarios regionales? ¿Qué pasó con la Comunidad Europea? ¿Para qué tantos organismos internacionales de derechos humanos si ninguno es capaz de hacer una intervención en lugares en donde se viola eso que tanto proclaman y que muchos prostituyen, llamado DEMOCRACIA?
¿Qué se ve en las manifestaciones? Asesinos vestidos de militares y con acento cubano masacrando estudiantes, llenando de sangre la tierra de Bolívar, acabando todo el legado que dejaron Cristóbal Mendoza, Juan Escalona, Baltasar Padrón y Francisco de Miranda; desolando el presente y el futuro de uno de los países más ricos del mundo.
¿Qué significa SOS Venezuela?
Maduro ¡Deje de ser bruto! SOS Venezuela no es una frase gaucha, ni mucho menos se la inventó un argentino para que sonase con mejor melodía. ¡Maduro! nadie está usando ese término como usted lo acopló ¡Deje de ser torpe! Si como interpreta estos mensajes, usted lidera a Venezuela, permita enviarle mi más sentido pésame a ese bello pueblo, porque está claro que quien lo dirige no ha entendido la magnitud de los problemas que aqueja a esa tierra que quisieron pintarla de revolución y que hoy solo se dibuja bajo la muerte, el hambre y la violencia.
SOS Venezuela, es un grito de lamento que lanzan millones y millones de ciudadanos, cansados de pájaros con mensajes inútiles. Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, en tan solo 2013, sucedieron 24.763 asesinatos, matando a 68 personas por día, lo que equivale a una persona cada 20 minutos. En diciembre, se ingresaron 568 cadáveres en la morgue de Bello Monte.
SOS Venezuela, es ese grito que lanzan los venezolanos al tener a Caracas como la segunda urbe más peligrosa del mundo. En una nación que no está en guerra, asesinaron tres veces más civiles que el número total de caídos durante la guerra en Irak que dejó 7.818 muertos. Y más vergonzo aún, es que de las 50 ciudades más riesgosas del mundo, cinco sean de Venezuela: Barquisimeto ocupa el décimo puesto, Ciudad Guayana está en el lugar 17, Maracaibo en el 35 y Valencia en el puesto número 50.
SOS Venezuela, es un lamento que hacen miles de ciudadanos ante la hambruna y desabastecimiento que aqueja su país, al límite de tener que pedir la ayuda humanitaria de la región. No hay servicio de Internet, o más bien, ante un acto de violación a la libertad de prensa y la libre circulación de información entre el territorio y el mundo, el Gobierno con sus "decisiones de Estado", prefiere limitar el acceso a Internet y páginas tan relevantes como Twitter o Facebook. No hay cajeros automáticos, el transporte público se ha visto alterado, los servicios públicos han sufrido dificultades al punto de tener que racionalizar energía eléctrica y otros. La fuerza militar y las milicias civiles están masacrando a los habitantes, violan puertas, rejas y ventanas, y reprimen a los que no quieren callar su voz.
SOS Venezuela, es la manifestación de un pueblo que no quiere que más militares lleguen de Cuba a atacar a sus habitantes. Que no quieren vivir en un país cubanizado en el que la pobreza reina más que la prosperidad.
Ahora bien, espero que realmente el mundo, la comunidad internacional, los hombres y mujeres que poblan la Tierra, entiendan qué significa SOS Venezuela. Y no se atemoricen frente a las respuestas de Maduro, tal y como lo hizo en contra de Piñera y Santos, quienes en un gesto de solidaridad o por mero compromiso diplomático, quisieron invitar a las partes a que negociaran una salida respetuosa y democrática frente a la problemática que hoy yace en el vecino país.
Y es que Nicolás debe entender que en un mundo globalizado, en una Tierra donde muchas veces hay más inmigrantes en determinados países que nativos, en naciones donde han acogido a más extranjeros que a propios, ya es muy difícil hablar de soberanía, sobre todo, cuando los estados comparten una zona limitrofe tan extensa, cuando comparten el libre transito de sus pobladores, cuando muchos colombianos viven en Venezuela o muchos venezolanos han decidido desarrollar sus vidas en Ecuador, Chile o Argentina. En esos casos, está casi prohibido el silencio de los demás mandatarios, porque todos tenemos intereses, todos abogamos por la democracia, la libertad de prensa, el derecho a manifestarse, a gritarle al mundo en busca de ayuda.
SOS Venezuela no puede ser una simple consigna, debe ser el llamado a un mundo que debe hoy poner por encima de los intereses comerciales y económicos, ese valor tan importante para la supervivencia de los pueblos y a la vez tan prostituida por gente inescrupulosa: La DEMOCRACIA...
CONTEXTO
SOS es la señal de socorro o transito más utilizada internacionalmente. Se comenzó a utilizar a principios del siglo XX. Fue aprobada durante una conferencia internacional en Berlín en 1906 para reemplazar la utilizada hasta entonces “CQD” en las transmisiones telegráficas en Código Morse.
Se han asociado diferentes significados para memorizarlo:
"¡Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó, la ley respetando, la virtud y el honor! ¡Abajo cadenas! Gritaba el señor y el pobre en su choza libertad pidió". Sea ésta la brillante oportunidad para evocar con respeto aquellas notas iniciales que conforman el himno nacional de la República Bolivariana de Venezuela, que hoy vive las consecuencias de más de 14 años de un mal socialismo sembrado por Hugo Rafael Chávez Frías, ya fallecido, y abonado por el dictador Nicolás Maduro Moros.
Bien dicen desde nuestros ancestros, que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista y al parecer esa pacífica Venezuela que mantuvo una actitud de resistencia y conformismo, levanta su voz para pedirle al Gobierno un cambio radical, pero, infortunadamente, no la tiene fácil.
La Patria heredada por Chávez a sus pupilos, no era más que una bomba de tiempo, una situación que buscaba las salidas más difíciles al laberinto formado por un mal socialismo implantado en el país más rico de Suramérica. Son 15 años en los que se obtiene a una Venezuela, más que nunca, polarizada, a una tierra cargada de insultos entre sus pobladores, a unas elecciones complicadas entre Maduro y Capriles que arrojó unos resultados significativos, aunque ignorados tanto por el gobierno actual como por aquel mundo que tanto aboga por la democracia.
Hemos sido testigos de intentos de golpes, de manifestaciones, de conflictos civiles a punto de comenzar, de la forma tan vil como el Gobierno ha armado a civiles para que atenten contra sus conciudadanos. Y es que al parecer, por estar en peleas verbales, en un tire y afloje, al heredero de Chávez se le olvidó que había recibido un país al borde del abismo, y se quedó sentado en su trono, mirando hacia al cielo, buscando entre el paisaje pájaros con mensajes divinos o añorando la multiplicaciones de "penes", que finalmente rectificó y más bien era la de PANES. A Maduro se le olvidó gobernar desde los aspectos económicos y sociales. La economía nacional se fue al piso, y como bien lo vimos en el caso de la pelea entre Chávez y Uribe, una cosa son los problemas políticos y una diferente, las dificultades económicas.
Es que es increíble, atemorizante y hasta preocupante que la nación más rica de Suramérica tenga la mayor inflación del mundo, con un 56%, con un desabastecimiento de alimentos de primera categoría y problemas que afectan el bolsillo y la estabilidad de un país que se ha visto en la necesidad de pedirle al mundo intervención y ayuda humanitaria.
¡Fracasó el chavismo! Y ya lo habíamos augurado, es que un modelo no se sostiene con la técnica o las estrategias implementadas por Hugo. Desde siempre tenían más aspectos a criticar que aquellos que favorecían su desarrollo y potencialización. Era un modelo positivo desde el punto de vista social y equitativo, porque por primera vez abogaba más por el vulgo que por las grandes empresas, pero era negativo porque realmente los líderes, como en todo modelo socialista, le incorporaron la CORRUPCIÓN como columna principal y hoy, ni siquiera el pájaro de Chávez, desde su divinidad, es capaz de explicar en dónde están un millón de millones de dólares de la renta petrolera. Ni siquiera Chávez que, según Maduro, está a la diestra de Dios, es capaz de explicar cómo la inseguridad ciudadana está al límite del descontrol total. Y finalmente, son aquellos habitantes, quienes cansados, quienes agotados por tanta infamia, toman las banderas de la libertad y se agolpan en las calles para generar protestas masivas, que en sus inicios eran pacíficas, y que el mismo gobierno las volcó incandescentes, lo que terminó en más de ocho muertes, calles bañadas de sangre y la violación a la libertad de prensa.
Más allá de una guerra civil, que quizás no ocurra, hay consecuencias de unas acciones de Chávez, quien desde comienzos de su primer gobierno, armó a milicias civiles para que fueran ellos quienes defendieran su "revolución" ante cualquier intento de saboteo por parte de las fuerzas militares u otros grupos de oposición. Sin embargo, hoy ciudadanos armados son un grupo político militar que hasta hacen exigencias al mismo gobierno de Maduro, y han adquirido mucha fuerza. Sumándole, el aumento del crimen organizado, la visible polarización de un pueblo y una serie de manifestaciones que no tienen un líder visible: Por un lado, está Leopoldo López, quien se encuentra recluso y que para muchos, es simplemente un oportunista y buen jugador, capaz de aprovechar el momento para convertirse en el mártir político y cogerle ventaja a los demás líderes de la oposición; Henrique Capriles, que más que apoyar la salida a las calles, ha buscado la manera de regresar a los manifestantes a sus hogares, pues su estilo no es de confrontaciones, sino un trabajo desde las bases populares; y Maria Corina Machado, ejemplo de templanza y lucha, se reúne con el pueblo, pero su figura no alcanza el peso necesario para verla como aquella heroína que acabará con el dictador.
Lo claro es que el escenario político y social de Venezuela se está transformando, y después de estás protestas el país no será el mismo: O se radicaliza la revolución bolivariana al extremo de llegar a una dictadura política muy a lo cubano o se genera el tan anhelado cambio que buscan los protestantes. Lo claro es que en un pueblo dividido es muy difícil gobernar, porque sea el polo que llegue al poder, siempre la oposición se encargara de desestabilizarlo y mantener a su gente en las calles abogando por el cambio.
Bendito Chávez, que en paz descanses ¿Cómo dejaste esta mazamorra en un país tan bello y tan millonario? ¡Siento dolor por Venezuela!
Hoy me levanté con la noticia de aquellos que siempre están bien informados, los vanguardistas de los datos, un poder que se configura en un espacio llamado Twitter. Es allí donde siempre me entero qué acontece en el mundo, y para este día no era la excepción, me contaron que se conmemora en Colombia el día del periodista.
Para algunos, un oficio ya prostituido, por aquello de que cualquiera se autodenomina PERIODISTA, es más, pareciera que por el simple hecho de redactar un artículo, se sintieran con la anchurosa posibilidad de apuntar en sus hojas de vida que ya son profesionales de este pregrado. Para otros, es un ejercicio humano poco valorado y mal pagado, dado que para ser escuchado hay que crear alrededor de sí, un prestigio y una fama, porque si eres don nadie, por muy lindo que escribas, por mucha literatura que le incorpores a tus redacciones, por muy enaltecido que hagas el acto de dibujar sucesos a través de las palabras, nadie notará lo que escribiste.
Veo el panorama y siento que otros confunden el significado de periodista, pues creen que es aquel que se sienta detrás de un mostrador a contar uno a uno los acontecimientos de interés general, o en un caso más extremo, se cree que son aquellas lindas féminas que con un bello escote y una minifalda salen a leer las "enriquecedoras" noticias del entretenimiento, que para estos tiempos, ya ocupan un espacio estelar y casi de una hora en los noticieros.
Sin embargo, debo indicar que más allá de un bello rostro, de un afamado personaje, de una Dávila y hasta un Jorge Alfredo, hay un conjunto de hombres y mujeres que como dice un amigo: "investigan, escriben, denuncian, informan y dignifican la profesión sirviendo a su sociedad". ¿Es un servicio? Yo lo llamaría mejor, la misión de convertirse en la voz del pueblo, un pueblo que requiere ser informado, que requiere recibir datos veraces y acomplarlos a su ser.
Son seres humanos que más allá de ejercer el oficio, lo toman como un estilo de vida, porque el periodista no duerme, el periodista debe estar alerta como un vigilante, debe estar atento y tener esa sagacidad y ese instinto que la vejez otorga y que las mujeres se vanglorean de tener. El periodista vive y respira por el Periodismo, se apasiona, se sumerge en ese mundo para poder, a través de un buen análisis de los detalles, entregar una información no polarizada, ni mucho menos, maquillada por los demás poderes de la sociedad.
Ojalá que pudiésemos hablar que en Colombia hay libertad de prensa, pero indiscutiblemente, no es así: La información siempre está sesgada y acomodada a los interés de los dueños de los medios, no es gratuito que los principales medios de comunicación en el país, sean de propiedad de los hombres más ricos, esos mismos que ponen presidentes, eliminan leyes y transforman a la sociedad para que puedan consumir sus productos y usar sus servicios.
Finalmente, debo rescatar del oficio, esa parte deliciosa, deleitante, ese bello momento, esa posibilidad inquietante de dibujar los acontecimientos a través de las palabras. Ese exquisito trabajo de investigar y hallar información, ese momento cúspide cuando se alcanza el objetivo y puedes cumplir la misión que se te fue encomendada.
Mi llamado es a que no cualquiera se autodenomine periodista y que los futuros profesionales, hagan valer su esfuerzo y se note que sudaron su carrera, que hicieron con sacrificio sus estudios y nacieron para ser PERIODISTAS.