lunes, 11 de septiembre de 2017

Un llamado al intraemprendimiento

Por: Jorge Uribe Piedrahita 
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Magíster en Administración
Docente Universitario


Durante los últimos años he visto con preocupación el afán de la academia por formar a emprendedores. El surgimiento de modelos de negocio enfocados en la independencia económica personal, en abogar por la libertad financiera y en crear nuevos y propios negocios, ha llevado a que haya un total olvido sobre la importancia de crear las bases del intraemprendimiento y permitir que hayan también líderes capaces de contribuir a las empresas actuales, no con la creencia de enriquecer al dueño, más allá de esto, están indicadores de empleabilidad, fortalecimiento de aspectos micro y macroeconómicos en el país y la satisfacción de ser el artífice de acciones sostenibles y con proyección, al interior de las organizaciones. 

El intraemprendimiento fue un término acuñado en 1985 por el investigador Gifford Pinchot, para establecerle como toda aquella actividad emprendedora que se vive al interior de una empresa creada, con el fin de asegurar la empleabilidad, productividad y competitividad. En este punto, el directivo emprendedor, respaldado por la empresa en la que trabaja, es capaz de descubrir y potenciar nuevas oportunidades de negocios con la firme intención de cultivar el propósito de las empresas: ser la preferida por los grupos de interés para trabajar, vivir a su alrededor, invertir en negocios, comprarle... en pocas palabras, en hacerlo todo con ésta.

Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad EAFIT y un ejemplo claro de intraemprendimiento. Desde su llegada a la Institución, ha contribuido a su transformación de una manera impecable, consolidando a EAFIT como una de las mejores institución de Educación Superior en Colombia. 
Sin embargo, hay varios aspectos que circundan el intraemprendimiento y que hoy tratan de ocultarlo en el baúl de lo no deseable: por una parte, en la academia se crea la idea de ser emprendedores y buscar establecer su propio negocio, ante esto, habría una fuerte tendencia a contar en un futuro con empleadores y no empleados, y a tener un mercado sumergido en el fracaso.  De acuerdo a un estudio realizado por la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio - Confecámaras, a medida que aumenta el Producto Interno Bruto - PIB, se registran más casos de nuevos emprendimientos en los diferentes sectores de la economía. Sin embargo, lo alarmante es que el porcentaje de supervivencia de estos nuevos negocios solo es del 29,7 por ciento, una cifra bastante baja, so pena de contar con una tasa de natalidad de empresas mayor a Perú y otros países europeos.

Según este mismo estudio, alrededor del 70 por ciento de los nuevos emprendimientos fracasan entes de cumplir los primeros 5 años de permanencia en el mercado. Las causas podrían estar guiadas hacia la falta de asesoría especializada en asuntos financieros, comerciales y de mercadeo, a considerar que un negocio se administra de manera orgánica o por corazonadas y a trabajar los proyectos de emprendimiento con improvisación y solo porque se obtuvo una buena nota en algún trabajo de la universidad. 

Formar para el intraemprendimiento

“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”, declaraba Steve Jobs en alguna de sus intervenciones ante el mundo. Sin embargo, la cuestión no está guiada exclusivamente hacia la búsqueda de los sueños personales, es importante crear bases y acciones enriquecedoras desde un contexto organizacional. Siendo un directivo distinguido y capaz de asumir retos y autorregularse, sabiendo que quizá la organización a futuro no requiera más de los servicios prestados, pero irse con la convicción de haber entregado un trabajo impecable desde cualquier posición que se tenga en la compañía en la que labora. El mundo necesita más intraemprendedores, que no se limiten a cumplir sus labores, sino que sean generadores de cambio, de competitividad y proyección en el ámbito empresarial. Sujetos que busquen dejar huellas permanentes en el mercado por la capacidad de contribuir a sus empresas y de reconocer que su actuar como director o gerente de cualquier departamento, tiene efectos en miles de personas que dependen del negocio. 

Contexto

Es importante anotar que no estoy en contra del emprendimiento, por el contrario, es un asunto relevante para el sentido de urgencia que vive el mundo actualmente; pero más allá de buscar siempre generar nuevos negocios, la invitación es para aquellos aventureros con alma de forjadores para que construyan empresa desde el interior de una organización ya establecida. 

Gifford Pinchot 

Creador del término "Intraemprendedor": En 1981 fundó su propia empresa Pinchot & Company que ha ayudado a cientos de empresas a hacer realidad el espíritu intraemprendedor dentro de ellas, entre las cuales se encuentran más de las mitad de las que figuran en el Fortune 100. Además fundó el Bainbridge Graduate Institute, ahora llamada la “Gifford University”, que fue la primera institución en impartir un MBA relacionado con la economía sostenible.

Su abuelo, también llamado Gifford Pinchot, fue el 28º Gobernador de Pensilvania, y primer Jefe del Servicio Forestal de EE.UU., de ahí probablemente su pasión por todo lo que tiene que ver con preservar el medio ambiente.

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