Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Docente Universitario
Líder Coach
Porque aún en el siglo 21, seguimos viviendo una Patria Boba, que se indigna cuando los gais exigen su derecho al Matrimonio y la adopción de niños, y guarda silencio por la muerte de miles de infantes en La Guajira por desnutrición y abandono del Estado. Esa misma que alza la voz cuando alguien que se cree de mejor familia, pregona ante la fuerza pública: "¡Usted no sabe quién soy yo!", pero se acomoda como el mejor espectador para ver cómo los organismos del Estado saquean las arcas públicas. Esa es Colombia, la tricolor, la de la multiculturalidad, la que se ufana de ser rica en fauna y flora, la misma que sufre hace más de 60 años las inclemencias de una guerra, la que presenta síntomas de ceguera testicular frente al atropello de los políticos, la que engendró un Nobel de Literatura, dos medallas de oros en los Juegos Olímpicos, cantantes de talla internacional, deportistas destacados y periodistas impecables.
Faltan pocos días para que finalice el principal torneo futbolístico suramericano: La Copa América, que para la versión 2015, se llevó a cabo en Chile. Sin embargo, este Campeonato continental pasará a la historia como uno de los más polémicos encuentros deportivos vividos en la región, reinó la mediocridad de los equipos, hasta el último día no sabremos quién pueda coronarse como el mejor, algunos le apuestan a Chile por ser anfitrión y por las anomalías que se han presentado frente a sus rivales. Lo cierto es que jamás olvidaremos a Jara, metiendo sus dedos en el trasero de Cavani en el partido disputado entre Chile y Uruguay, a Messi rezando al cielo para que el Altísimo les permitiera clasificar frente a Colombia, a una Uruguay que se coronó como la reina del juego sucio, a una Colombia que bajó de nivel y se dio el lujo de perder frente a Venezuela, empatar frente a Perú, ganarle a Brasil y botar TRES valiosos penalties que la dejó fuera del Torneo; y a una Venezuela ganando con golpes de suerte. Los jugadores pasaron de ser astros deportivos a hermosos y delicados actores de cine... en fin, pareció que hicimos gala de lo que dijo Donald Trump de los mexicanos: Violadores y ladrones que tienen en jaque al mundo.
Sin embargo, más allá de la exhibición bochornosa de nuestras peores acciones, dos acontecimientos marcaron la participación de la Selección Colombia en la Copa: El primero es cuando el periodista argentino Elio Rossi, calificó de "banda de malparidos a los colombianos" que se la montaron a Neymar hasta que lograron su expulsión y suspensión, la misma que lo dejó por fuera del Campeonato. Y el segundo es cuando la actriz chilena Belén Mora, hizo una parodia de la mujer colombiana, relacionándola con la prostitución y las drogas. Simulando ser una vendedora de Café, producto que ha destacado a Colombia frente al mundo, trató de "prepagos" y "putas" a las féminas que nacieron en este país; lo anterior levantó ampolla entre los nacionales, al punto de generarse un pronunciamiento por parte de la Cancillería, para mandar una nota de protesta al canal exigiendo respeto y rectificación.
¿De qué nos quejamos, si eso es lo que vendemos?
Más allá de ser malo o bueno, parodia o realidad, no se puede justificar el pronunciamiento de Rossi, aunque supuestamente para los argentinos sea diferente el significado del término "Malparido", ni tampoco la actuación desproporcionada de Mora, ante la audiencia latinoamericana; pero estamos exagerando: En primer lugar, darle tanta importancia a un episodio televisivo como estos es abonarle al viejo y conocido refrán: "La verdad duele", y por otra parte, eso es lo que vende nuestra televisión nacional y los canales privados.
El Gobierno debe, además de enviarle nota de protesta al canal chileno, quejársele a RCN y Caracol por el vil empeño que le han puesto a esa serie de programas televisivos de los últimos años: "Sin tetas no hay paraíso", "El Patrón del Mal", "El Cartel de los Sapos", entre otros... solo le muestran al mundo esa historia negra y oscura en la que hemos estado inmersos los colombianos durante las últimas décadas, y debemos afrontarla con determinación y estar orgullosos por superar con valentía la época de Pablo, el sicariato y la prostitución; y además, reconocer que son tormentos propios de nuestra realidad y difícilmente se puedan abolir: La prostitución es el oficio más antiguo que existe, las mujeres que llegan a ésta no lo hacen por gusto, o quizás si, pero la mayoría lo hacen por la falta de oportunidades y las carencias, por el desempleo y la pobreza, la hambruna y el mismo conflicto interno. La drogadicción ya no es un problema exclusivo de Colombia, todo el mundo tiene este flagelo adherido a su Estado y deben asumirlo con responsabilidad.
Pero no podemos sacrificar a Belén por su actuación, ni tildarla de xenófoba, es solo eso: Un apetito por el rating, por actuar... y además, con los programas televisivos de la nación, hemos hecho publicidad de ser prostitutos y drogadictos, y eso no es culpa de Chile o Argentina. De la misma forma, lo hizo Laura Bozzo en Perú, cuando a través de su famoso programa "Laura en América", mostró lo peor de los incas, se encargó de exhibir una Perú de gente fea, mueca, amante del sexo y las polladas, infieles y peleadores. Laura dibujó a través de su programa, los problemas sociales más marcados de la realidad peruana y a hoy, todavía pensamos que ningún peruano tiene dientes y que viven en las polladas acostándose con la esposa del vecino.
Por ende, la crítica debe ser primero para los canales nacionales, porque también deberían resaltar las ventajas competitivas de la Patria, tal y como lo hicieron con "Café", cuando a través de un drama destacaron que éramos uno de los mayores productores de Café en el mundo. Y la segunda crítica es para los conciudadanos, quienes deben dejar a un lado ese patriotismo de pacotilla suscitado en los medios de comunicación, mejor indignense con la muerte de los niños en La Guajira, el dolor de quienes pierden agua potable en Tumaco, la soledad de los chocoanos, los miles de niños que trabajan en las calles, los infantes que están en orfanatos esperando la oportunidad para vivir en familia, la corrupción de los organismos estatales, un proceso de paz que está en desorden, las muertes y la violencia que aqueja nuestro territorio. Pero que ese dolor que nos generan estos acontecimientos no se queden en las redes sociales, porque nos hemos vuelto excelentes ciberinsurgentes.
Contextos
- Un saludo para David Ospina, uno de los mejores arqueros que ha tenido Colombia en su historia reciente. Ante Argentina mostró que está hecho de acero y que está preparado para habitar las grandes ligas. Hizo gala de ser un deportista integral con un gran potencial. Si no es por Ospina, el resultado hubiese sido: Argentina 10 - Colombia 0; sin embargo, la historia fue otra y lo alcanzado en este encuentro fue: Argentina 0 - David Ospina 0.
- También quiero enviarle un fraterno abrazo a James y Falcao, quienes como excelentes padres solo fueron a pasear con sus familias al país austral. Ojalá hayan conocido bastante la cultura que hoy nos ataca a través de parodias.
- No entiendo a que Pueblo busca representar las FARC cuando dice que es "EP: Ejército del Pueblo", cuando todo su accionar ataca a la gente pobre y sufrida de este país. Tumaco, me duele lo que les pasa en este momento.
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