Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Docente Universitario
Líder Coach
Después de las escandalosas declaraciones emitidas por el magnate estadounidense, Donald John Trump, en las que indicó que "cuando México envía a su gente, no envía lo mejor, no los envía a ustedes. Están enviando gente con montones de problemas. Están trayendo drogas, están trayendo crimen, son violadores y algunos asumo que son buenas personas”.
Latinoamérica empezó a generar una serie de acciones como protesta y rechazo. Algunos cantantes anularon contrataciones para participar en eventos del aglomerado empresarial del precandidato a la Casa Blanca. Canales de televisión rompieron relaciones con el empresario. Presidentes y políticos condenaron las palabras de Trump, en fin... la dignidad latina se sintió vulnerada por el atropello oral del ejecutivo neoyorquino.
Sin embargo, Donald Trump confía que llegará a la Presidencia de Estados Unidos gracias al apoyo del voto latino, y no nos podemos sorprender si esto pasa, ya que no hay nadie más xenófobo que el latino que reside en el extranjero. Llegan a Europa y Estados Unidos y algunos olvidan sus raíces, la lucha realizada para llegar a esos territorios y cómo tuvieron que tragar polvo para poder sobrevivir en estas tierras.
Lo anterior se retrató cuando España promovió entre la Comunidad Europea la eliminación de la Visa Schengen para los colombianos y los peruanos; por arte de magia los principales opositores a este proyecto fueron los latinos que habitan en el viejo continente. Era triste ver en las redes sociales comentarios tan discriminatorios como: "Espero que el que venga no traiga ánimos de robar y termine de destrozar la mala imagen que tenemos, porque ya era lo que faltaba", "Ahora todas las "maricas peluqueras" van a empezar a recoger para venir de vacaciones por Europa", "Van a empezar a llegar cargados de drogas", "Ahora si se nos va a "putiar" esto acá..." en fin, para sorpresa de Latinoamérica los principales opositores a la supresión de visados en Europa, son los mismos latinos.
Pareciera que al llegar a estos territorios, se les olvidara a los "nuevos europeos" o a los "estadounidenses de porcelana", que tuvieron que sacrificar tanto como aquellos que aún sueñan por llegar a esos lugares en búsqueda de un "mejor futuro". Se les olvida que crecieron entre la prostitución, la drogacción, el robo, la pobreza, el hambre, el narcoterrorismo... se les olvida que estos pueblos también mecen en sus montañas a hombres y mujeres de bien, trabajadores, honestos e inteligentes, que solo buscan adquirir una oportunidad para salir de la miseria. Se les olvida que al igual que los que hoy desean desplazarse para esas tierras, tuvieron que buscar esa oportunidad y el destino y la vida se la materializó.
Por eso no dudo que el magnate Donald Trump alcance el puesto más importante del mundo, porque se que muchos latinos residentes en Estados Unidos disfrutarían viendo cómo construye la gran muralla estadounidense para separar a México de su país, siendo testigos de la persecución a los indocumentados, las duras exigencias para acceder a una visa y la implementación de políticas en contra del pueblo latinoamericano, porque se les ha olvidado que hasta el día en que ellos vuelvan, siempre serán extranjeros, y so pena de alcanzar la nacionalidad, ésta será, eternamente, de porcelana.
Latinoamérica se convirtió en el Jefe de Prensa de Trump
Es irónico notar en los medios que quienes promueven la campaña de Trump o generan mayor choque publicitario e impacto en los medios de comunicación, son los latinoamericanos. En vez de atacar sus declaraciones, hacen que Donald alcance su objetivo: Contar con prensa gratuita y tener un impacto publicitario tan amplio, que ya opacó a sus rivales. Latinoamérica con su rechazo y sus manifestaciones de dignidad, hacen que el magnate cada día salga en los medios masivos de todas las regiones, ya es conocido por todos los mundanos y se ha convertido en una fiebre mediática tan poderosa como el ébola. A hoy, es una superestrella tan mencionada como el Papa, y no dudo que alcance el poder, porque como dice un viejo y conocido refrán popular: "Hablen bien o hablen mal, pero nunca dejen de hablar".