Por: Jorge Uribe Piedrahita
Comunicador Social /Organizacional
Periodista
Especialista en Mercadeo Gerencial
Magíster en Administración
Docente Universitario
Líder Coach
"Sin querer queriendo entraste al corazón de miles de familia con risas y alegrías. No contabas con astucia, pero de ahora en adelante te llevamos en nuestros recuerdos para siempre..."
Hace 45 años El Chavo del 8, emitió su primer capítulo y con un: "si, es nada menos que el Chavo del 8, interpretado por el supercomediante "Chesperito", con María Antonieta de las Nieves como "la Chilindrina"; Carlos Villagrán como "Kiko" y Ramón Valdes como "don Ramón", el mundo se convertía en testigo del surgimiento de uno de los programas más importantes en la historia de la televisión universal.
Ver salir a don Ramón con su jarabe para sanar a su pequeña hija, se tornó en la primera imagen que los televidentes vieron de ese programa, un capítulo que sería el preámbulo de una carrera hacia el éxito. Su creador fue el brillante Chespirito, don Roberto Gómez Bolaños, héroe de las letras y uno de los hombres que más conocen de televisión. Él fue capaz de cubrir a un niño de 8 años, huérfano, abandonado por su madre en el lugar en el que le cuidaban, nunca conoció a su papá y fue encontrado por una anciana en la calle, deambulando, ella lo recogió, lo llevó hasta el apartamento 8 de la Vecindad y al siguiente día murió. Sin embargo, el Chavito sería parte fundamental de la Vecindad, de esa bonita vecindad, de la bella vecindad, la vecindad del Chavo, la que no valdrá medio centavo, pero era linda de verdad.
Primer capítulo de El Chavo del 8, el 20 de junio de 1971
"...Mi nombre es el Chavo, toda mi ropa es un auténtico remiendo, a veces no me lavo y hago maldades sin querer queriendo... el ricachón es Kiko, que cachetón y feo es el pobre chico, pero la más ladina sin duda alguna es la tremenda Chilindrina... el Profesor visita la Vecindad como buscando que haya boda y don Ramón no evita los golpes que doña Florinda le acomoda... La popis es muy boba, la bruja del 71 con su escoba y del filón el Ñoño, aquel que del señor Barriga es el retoño..."
La inocencia, ingenio y picardía, son elementos que hicieron de El Chavo del 8, uno de los programas de habla hispana con mayores éxitos de todos los tiempos. Fue transmitida por primera vez el 20 de junio de 1971. Obteniendo en poco tiempo un alcance inimaginable de audiencia en México y toda Latinoamérica. El programa se caracterizaba por el sello inconfundible de su creador: un humor blanco, gracias al que la emisión ganaba más y más aceptación de jóvenes y adultos. Fue en la segunda mitad de la época de los años 70s, cuando alcanzó su máxima popularidad, vista por el público de 15 países, más de 350 millones de espectadores gozaban por las ocurrencias del niño del barril y sus amigos. Inclusive llegó a conquistar a televidentes de lejanos continentes como Europa y Asía. Sin querer queriendo, el Chavo del 8 se convertía en parte importante de los hogares.
Cuatro generación marcadas por un programa que desde sus orígenes rompió todos los récords de audiencia en los países en los que era emitido, por las ocurrencias de sus personajes. Y es que cómo olvidar todas las mañanas de aquellos fines de semana, cuando los canales nacionales emitían cada capítulo. Cuatro o cinco horas de diversión, de reír con escenas repetidas, que casualmente volvían a causar la misma gracia de siempre, las mismas carcajadas de todos los habitantes de la vivienda. Se convertía en el ritual perfecto para tratar de descifrar el nombre completo de El Chavo; encontrarle alguna explicación a la ausencia de Kiko y don Ramón, entender por qué doña Florinda no escuchaba a don Ramón, tan solo le proporcionaba su cachetón, saber desde cuando don Ramón no pagaba la renta al señor Barriga y si realmente la bruja del 71 tenía encuentros con los espíritus chocarreros.
La inocencia, ingenio y picardía, son elementos que hicieron de El Chavo del 8, uno de los programas de habla hispana con mayores éxitos de todos los tiempos. Fue transmitida por primera vez el 20 de junio de 1971. Obteniendo en poco tiempo un alcance inimaginable de audiencia en México y toda Latinoamérica. El programa se caracterizaba por el sello inconfundible de su creador: un humor blanco, gracias al que la emisión ganaba más y más aceptación de jóvenes y adultos. Fue en la segunda mitad de la época de los años 70s, cuando alcanzó su máxima popularidad, vista por el público de 15 países, más de 350 millones de espectadores gozaban por las ocurrencias del niño del barril y sus amigos. Inclusive llegó a conquistar a televidentes de lejanos continentes como Europa y Asía. Sin querer queriendo, el Chavo del 8 se convertía en parte importante de los hogares.
Cuatro generación marcadas por un programa que desde sus orígenes rompió todos los récords de audiencia en los países en los que era emitido, por las ocurrencias de sus personajes. Y es que cómo olvidar todas las mañanas de aquellos fines de semana, cuando los canales nacionales emitían cada capítulo. Cuatro o cinco horas de diversión, de reír con escenas repetidas, que casualmente volvían a causar la misma gracia de siempre, las mismas carcajadas de todos los habitantes de la vivienda. Se convertía en el ritual perfecto para tratar de descifrar el nombre completo de El Chavo; encontrarle alguna explicación a la ausencia de Kiko y don Ramón, entender por qué doña Florinda no escuchaba a don Ramón, tan solo le proporcionaba su cachetón, saber desde cuando don Ramón no pagaba la renta al señor Barriga y si realmente la bruja del 71 tenía encuentros con los espíritus chocarreros.
Último capítulo de El Chavo del 8, el 12 de junio de 1992
Han sido 45 años de un programa que siempre robará sonrisas... Tras 21 años de grabación, una innumerable cantidad de satisfacciones y con 63 años de edad, Chespirito decide dejar de grabar la serie en 1992, Sin embargo, eso no fue un motivo para que la emisión saliera del aire, se continuaron transmitiendo los capítulos que consolidaron este exitoso programa, obteniendo una aceptación especial de sus seguidores. Ha sido tan grande el alcance de esta serie que se ha traducido a 50 idiomas, entre los que está mandarín y japonés. Lo que manifiesta su enorme impacto a nivel internacional, un total de 290 capítulos que nos han hecho reír, llorar, pero sobre todo, valorar nuestra infancia y compartir momentos memorables con nuestros seres queridos.
Gracias vecindad por regalarnos alegrías, ilusiones y esperanzas... Gracias por SIEMPRE...
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